miércoles, 25 de abril de 2007


Runas Isar , su deidad es Hel.
esto es lo que nos cuenta:


Silenciosa como la locura, la paciencia homicida, espera la caida
La palabra susurrada, el acto irreflexivo, espera la caida
Llegará al final, cuando el corazón sea de luz y alegria
cuando los amantes dancen y los sueños se acerquen tanto que puedan ser tocados
No mires donde vas a pisar, ni pienses lo que vas a hacer, o lo que te hacen
el final no está lejos, solo mira que cercano parece
Alcanzalo para tocarlo, un poco mas, solo para tocarlo
Te espera el otro lado de la sombra. Atrevido como los niños que rien.
Tú te deslizas entre mis dientes.

martes, 17 de abril de 2007


Hay un cuento Nubio , que se llama los errores de Dios.

Dicen que Dios hizo un hombre de arcilla, lo coció en su horno de pan y deseoso de que quedara bien cocido, lo dejó demasiado tiempo y cuando lo sacó salió negro. Dios lo envió Nilo arriba, a la tierra de los rostros quemados , Etiopia.
Entonces Dios hizo otro hombre de arcilla y lo metió en el horno.Temiendo que tambien se le quemara, lo sacó antes de tiempo y quedó blanco. Dios lo envió corriente abajo, hacia los paises del Norte.
Por fin, en el tercer intento, sacó un hombre de agradable color cobrizo, como de terracota, al que dejó establecerse allí, en el Nilo, donde habia creado al hombre.


Conclusion, aunque el color de la piel no es importante, para cada raza su color es el perfecto.

jueves, 12 de abril de 2007


Un dia estaba Diogenes comiendo un plato de lentejas, sentado en el umbral de su casa. No habia ningun alimento en toda Atenas mas barato que el guiso de lentejas, así que el que la comía era porque estaba en una situacion de maxima precariedad.
Pasó un ministro del emperador y le dijo " !Ay Diogenes! si aprendieras a ser mas sumiso y a adular un poco más al emperador, no tendrías que comer tantas lentejas"".
Diogenes levantó la vista y mirandole fijamente le contestó " !Ay de tí, si aprendieses a comer un poco más de lentejas, no tendrías que ser sumiso y adular tanto al emperador".


Todos necesitamos la aprovacion de los demas, pero si el precio es dejar de ser nosotros mismos, no solo es demasiado caro si no que ademas es incoherente. Nuestro autorrespeto comienza por defender nuestra dignidad, por encima de nuestra necesidad de aprobacion.

sábado, 7 de abril de 2007


Hay un proverbio árabe que dice " Da al tonto mil inteligencias y sólo querrá la suya"



Comenzamos a plantar el jardín de nuestra vida, y cuando miramos para el lado, nos damos cuenta que el vecino está ahí, espinado. El es incapaz de hacer nada, pero le gusta ofrecer ocurrencias , sobre como sembramos nuestras acciones, plantamos nuestros pensamientos, regamos nuestras conquistas.

Si prestamos atencion a lo que él nos dice, acabamos trabajando para él, y nuestro jardin será idea del vecino. Ya no seremos dueño de nuestros errores ó aciertos, ni aprenderemos de cada mal paso que demos, porque estaremos pendiente de la cabeza que nos espia por encima de la cerca de nuestro jardin.

Hay personas que les encanta dar opiniones sobre como cuidar nuestro jardin, pero ellos nunca cuidan sus plantas.

miércoles, 4 de abril de 2007



¿Te has sentido alguna vez tan involucrado en una actividad , que has perdido la nocion del tiempo,y por un momento has olvidado todos tus problemas y preocupaciones,entregandote en cuerpo y alma a lo que estabas haciendo,disfrutando plenamente de ello?.
Pues algo así me sucede cuando cojo mi lienzo y mis pinceles, me siento como si fluyera. Es algo que he descubierto no hace mucho. No tengo ninguna tecnica, ni nadie me ha dicho como mezclar los colores, pero durante el tiempo que dedico a pintar , en mi mente no hay nada más, solo colores y formas que van guiando mi mano. Y al final cuando veo mi obra terminada siento la misma satisfaccion de un atleta cuando llega a la meta.
Creo que los mejores momentos de nuestra vida suelen ocurrir cuando nuestro cuerpo o nuestra mente han alcanzado el limite de su esfuerzo voluntario , para conseguir algo valioso.
Cuando hemos luchado por alcanzar una meta, cuando hemos dado todo de nuestra parte para lograr un objetivo, es entonces cuando nos sentimos realmente felices y realizados.