martes, 14 de junio de 2011


Un vinculo secreto, entrelaza la lluvia con la soledad. Hasta tal punto que hay dias supuestamente soleados, que se nos ofrecen de lo mas nublados y acaban siendo tormentosos. Tal vez por ello me parecen mas mios, si no todo es descaradamente luminoso, porque el exceso de luz impide en ocasiones ver.
No se trata de deslizarse, sin mas por la melancolia o la tristeza. Ellas podrian ser buenas compañeras, si no tuvieran esa tendencia a paralizar, a establecerse en la añoranza. Quizá por eso Tennessee Williams tituló esa breve pieza de un alma sola Hablame como la lluvia y dejame escuchar.

(Angel Gabilondo)