
Dicen que hay verdades que hieren, pero la verdad no es la que hiere sino la forma en que te la presentan. Hay una historia de un hombre muy poderoso que soñaba una y otra vez que se le caian los dientes , asustado por el sueño mandó llamar a un sabio para que le descifrara el sueño. El le dijo que su sueño le estaba anunciando la muerte de un familiar. El hombre se enfadó mucho, y mandó azotar al sabio por lo que le habia dicho. Entonces volvió a llamar a otro hombre sabio para ver que le decía. Este sabiendo lo que le habia mandado hacer al anterior le dijo " su sueño sin duda es una muy buena noticia, porque quiere decir que usted va a sobrevivir a un familiar". El hombre se puso tan contento que le gratifico con una bolsa llena de oro.
Y es que la verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura, será aceptada con agrado.