martes, 14 de junio de 2011


Un vinculo secreto, entrelaza la lluvia con la soledad. Hasta tal punto que hay dias supuestamente soleados, que se nos ofrecen de lo mas nublados y acaban siendo tormentosos. Tal vez por ello me parecen mas mios, si no todo es descaradamente luminoso, porque el exceso de luz impide en ocasiones ver.
No se trata de deslizarse, sin mas por la melancolia o la tristeza. Ellas podrian ser buenas compañeras, si no tuvieran esa tendencia a paralizar, a establecerse en la añoranza. Quizá por eso Tennessee Williams tituló esa breve pieza de un alma sola Hablame como la lluvia y dejame escuchar.

(Angel Gabilondo)

5 comentarios:

Ricardo Miñana dijo...

Añoranza en tu bonitas palabras.

te dejo mis saludos y deseo
tengas un feliz fin de semana.
un abrazo.

mj dijo...

Pero a veces es hermoso estar en la tristeza sin más expectativas, porque llegas a intimar mucho contigo y porque sabes que es sólo un estado transitorio que puede ofrecerte claridad si sabes dejar que pase por ti.
Un abrazo
mj

JAVIER AKERMAN dijo...

Me encanta la lluvia, pues ayuda a recoger el alma y a fluir en su húmedo murmullo placenero. Por lo menos para mi.
Un fuerte abrazo.

Hada Saltarina dijo...

"El exceso de luz impide en ocasiones ver". Sí, bien pudiera ser así, me parece que cualquier exceso es nocivo, incluido el exceso de oscuridad.

De vuelta al mundo del blog, paso a desearte un feliz fin de semana.. y ya puestos, la semana completa.

Besos

M. J. Verdú dijo...

Lo que tiene de bueno la tristeza es que te puede motivar a entrar dentro tuyo para indagar en el porqué de su presencia. Así centras tu atención en la emoción y si te enfrentas a ella y la aceptas, se disuelve