Hay veces que nos esforzamos tanto en buscar un culpable para nuestros males, que nos olvidamos de solucionarlos.

Queremos tirar tanto de la otra persona, que nosotros nos vamos quedando atras.

Hay veces que de tanto dejarnos llevar, se nos olvida andar por nosotros mismos.

Y de tanto que te quieren, necesitas irte para quererte tú mismo.

Esta estrofa de una canción describe perfectamente lo que quiero decir

"Se esperaba tanto de mí, que me olvidé de vivir

intentando que algún otro decida , por mi la vida

que yo quiero vivir.

Y he tirado tanto de tí, que no siento ni un pedazo de mí

dejando que la vida me lleve , donde ella quiere

por eso siento decirte , que estoy harta"

" Cuando el señor, tambien conocido como dios, se dio cuenta de que a adán y eva, perfectos en todo lo que se mostraba a la vista, no les salía ni una palabra de la boca ni emitian un simple sonido, no tuvo mas remedio que irritarse consigo mismo. En un acceso de ira, sorprendente en quien todo lo podía solucionar, corrió hacia la pareja y, a uno, y luego al otro, sin contemplaciones , ni medias tintas, les metió la lengua garganta adentro. No se aclara la duda de a qué lengua se refería, si al musculo flexible y humedo que se mueve y remueve en la cavidad bucal, o al habla , tambien llamado idioma, del que el señor lamentablemente se habia olvidado y que ignoramos cual era, dado que no quedó el menor vestigio, ni siquiera un corazon grabado en la corteza de un arbol, con una leyenda sentimental , algo tipo te amo eva.
El señor quiso comprobar que su error había sido corregido, y así le preguntó a adán Tú como te llamas, y el hombre respondió soy adan , tu primogenito, despues se dirigió a la mujer y tú como te llamas, soy eva, señor, la primera dama. El señor se dio por satisfecho y se despidió con un paternal hasta luego. Entonces por primera vez adán le dijo a eva, Vámonos a la cama.


Texto sacado del libro de José Saramago Caín.

Hasta siempre Maestro

El silencio interior, sabe a infinito, a lugar de encuentro contigo mismo; a lugar de encuentro con la divinidad; el silencio sabe a devoción, a respeto, a conocimiento, a amor....
El silencio te conecta con la parte más profunda y mas sagrada del ser; con tu experiencia primordial de estar vivo y, mas allá de esto, de ser vida.
En el silencio te encuentras a tí y encuentras al otro, para ya nunca más ser dos, sino solo uno.
En el silencio tambien te pierdes..... te pierdes en la dulce profundidad de la creacion. En el silencio te sientes pequeño, minúsculo, desapareces como si fueses sólo un electrón en comparación con todo el universo; y justo en ese preciso instante, un instante en el que más allá de cualquier tiempo, parece como si el sol venciese a la noche, justo en ese momento, paradojicamente, percibes tu grandeza, porque, y esa es la magia del silencio, ya no te sientes electrón, sino que en ese punto eres el universo.

(Dr. Armando Nougués )